Habitar la Materia
Por Macarena Y Mónica Palma
Habitar no es simplemente vivir en un lugar; es dejarse moldear por él. Es un acto consciente permitir que los muros, las ventanas, la luz y el aire se vuelvan parte de nuestra vida diaria. Las texturas que tocamos a diario tienen un efecto directo en nuestro bienestar. Así como la piedra, la madera o el hormigón marcan la experiencia de un lugar, dormir entre sábanas de lino o tocar este maravilloso tejido genera un vínculo sutil pero poderoso con el entorno.
La arquitectura, más que un escenario, es un espacio vivo que nos envuelve, nos condiciona y nos inspira. Dentro de este espacio, los materiales son los que le dan cuerpo, carácter y sensación.
En Entrelinos trabajamos con un material que pertenece a esa misma categoría de presencias esenciales: el lino. Su historia se remonta a miles de años, pero sigue hablándonos en un lenguaje actual, silencioso y profundo. Al igual que la piedra, la madera o la cerámica en la arquitectura, el lino es una materia noble que respira y envejece con mucha dignidad.
La arquitectura y el diseño interior trabajan con el entorno, la luz y la forma. El textil, en cambio, se mueve en una escala íntima: la de la piel, la del contacto directo con nuestro cuerpo. Por eso cuando hablamos de vestir un espacio, no se trata solo de estética, sino de un diálogo sensorial que conecta lo visual con lo táctil. El lino, con su irregularidad natural y su tacto fresco pero envolvente, es un traductor perfecto entre la solidez de la arquitectura y la calidez de la vida cotidiana.
@tienda_entrelinos